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PODIO                       PUNTA DEL ESTE

Tres                        E l primer puesto en las preferencias se lo otorgan, cada
                                 verano, los viajeros argentinos que la eligen una y otra
destinos en                 vez a pesar de los crónicos vaivenes de las devaluaciones-
                            revaluaciones. Destino exclusivo como pocos en América
Uruguay                     Latina, que atrae también a visitantes transatlánticos en la
                            contratemporada, en verano triplica su población habitual y extiende sus encantos al este y al
HISTORIA, CAPITAL Y PLAYA.  oeste: por un lado, los balnearios que van hasta José Ignacio, por el otro, la belleza deliciosa de
NADA LE FALTA AL PLÁCIDO    Punta Ballena. La que cautivó a Páez Vilaró y sigue fascinando con sus atardeceres de película.
TERRITORIO URUGUAYO PARA    Punta del Este se divide en dos grandes playas, las famosas Mansa (oeste) y Brava (este), nombres
ATRAER A LOS ARGENTINOS:    que revelan su misterio cuando se descubre que una da sobre el límite con el Río de la Plata, y es
Y CADA UNO DE ELLOS TIENE   más protegida, mientras la otra ya se enfrenta a las aguas del Atlántico. La localidad tiene, además
SU RINCÓN FAVORITO          de la franja costera marítima, varias lagunas donde se practican deportes náuticos, una isla que
EN EL “PAISITO” QUE         es una reserva de lobos marinos y una vida nocturna que la hace famosa cada verano. Desde
SABE TENTARLOS CON SU       1889, cuando se construyó el primer hotel, no paró. Uno de sus iconos es la Mano que se asoma
RITMO AMABLE Y PAISAJES     de la arena en la Parada 1 de la Brava, escultura de Mario Irarrázabal; el otro la línea de rascacielos
ENTRE LA CIUDAD,            con vista al mar que simbolizan su éxito turístico. Se la visita desde tierra pero también desde los
EL MAR Y EL CAMPO.          numerosos cruceros que eligen este puerto para hacer un alto en sus travesías sudamericanas.

                                   COLONIA DEL SACRAMENTO

                            E sta joya que está apenas “cruzando el charco” merece
                                un ex aequo por el oro. Colonia es parte del Patrimonio
                            Mundial declarado por la Unesco, y si alguien se pregunta
                            por qué sabrá la respuesta apenas ponga un pie en su casco
                            histórico, una sucesión de callecitas de piedra y casas
                            antiquísimas que relucen al anochecer, entre el misterio y el romanticismo, bajo la luz tenue de
                            los faroles. La herencia española, portuguesa y nativa se mezcla y confunde en un escenario
                            donde no parecen hacer mella los siglos: ahí está para atestiguarlo la Calle de los Suspiros, con
                            sus típicos azulejos blancos y azules de estilo portugués. Colonia se visita de muchas maneras:
                            desde el clásico paseo por el día hasta quienes la aman tanto que la eligen como destino principal
                            de sus vacaciones. Los recompensa una tranquilidad deliciosa y escenarios dignos de postal o
                            de Instagram. Una visita típica incluye el paseo por las murallas, el Museo Portugués, el Museo
                            Español, la Casa de Nacarello y la Catedral. También se puede ir hasta la antigua Plaza de Toros y, en
                            verano, disfrutar la tranquilidad de sus playas sobre el Río de la Plata. Si hay más tiempo, ahí espera
                            la cercana Carmelo. Y por las noches, la animación de los bares y restaurantes donde se dan cita
                            familias y amigos en el casco histórico.

                                  MONTEVIDEO

                            E s una capital hecha y derecha, pero a muchos porteños les
                                da la impresión de estar paseando por un barrio. Porque
                            Montevideo tiene una escala más humana que la gigantesca
                            Buenos Aires, y un ritmo más lento que hace pensar en una
                            ciudad un poco de otros tiempos, más amable y menos
                            frenética. También aquí hacen escala los cruceros en pleno verano, pero se la disfruta todo el año.
                            Tiene sus clásicos -la plaza Independencia, la Iglesia Matriz, el Mercado del Puerto, la feria de Tristán
                            Narvaja- pero en período estival se vuelve más tentador su circuito de playas. Pocitos es una favorita
                            de siempre, pero también están la tranquila playa Malvin, la soleada La Mulata y la del Buceo, una
                            de las mejores para practicar deportes náuticos. Montevideo además merece dedicarle tiempo a
                            un circuito gastronómico: los famosos chivitos se declinan en incontables variedades (sin hablar
                            del asado que puede dar lugar a comparaciones infinitas con su rival argentino), y siempre es buen
                            momento para acompañar la comida con una cerveza artesanal o un vino uruguayo, cerrando con la
                            dulzura del chajá o el postre Massini.

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