Page 17 - HUMUS_40_aniversario_Edicion_digital
P. 17
Crónicas (continuación)
Afiche de la exposición de
Grupo escultórico sobre la entrada del Matenaderán, con la estatua de Mesrop Mashtots, obra en la sala frente a la
creador del alfabeto armenio. Plaza de la República
el detalle. Y desde ya muchas gracias. más grande fotógrafo de la Argentina…” y que, además,
Cerré así la cuestión, con más desconfianza que en- resultaba ser armenio. Exageración de buen amigo por
tusiasmo. No tenía mayores dudas de que se trataba de una cierto.
venta oculta de paquetes turísticos, o vaya uno a saber qué En la búsqueda de artistas que emprendió Tatev, -la
otra cosa, ya que la halagadora propuesta venía de una des- organizadora del Festival, y fotógrafa de renombre-, mi
conocida, que tuvo la osadía de llamarme “fotógrafo de apellido armenio y mi perfil de fotógrafo, resultaron in-
renombre”. teresantes. La invitación era cierta, lo que me planteó una
Me explico. La fotografía es una pasión que me decisión difícil de tomar. Con Patricia Kalfaian, mi mujer,
acompaña desde muy joven. Del coleccionismo de cáma- veníamos soñando desde hacía tiempo visitar juntos Ar-
ras fotográficas, pasé al de las fotografías más tempranas, menia por primera vez. Para cuando llegó la invitación, ya
los llamados “daguerrotipos”. Hago fotografías desde que habíamos resuelto hacerlo en 2020 y celebrar así su cum-
tengo memoria, y me pueden considerar muchas cosas, pleaños. Ahora bien, planteada la posibilidad de un viaje
coleccionista, historiador de la fotografía, gestor cultural, por tan solo unos pocos días, no era fácil tomar la deci-
fotógrafo aficionado, muchas cosas es cierto, menos fotó- sión. Finalmente primó la oportunidad de conocer Arme-
grafo de renombre, (¡de renombre!). Salvo que quisiera nia por la puerta grande, es decir, invitado a participar con
“llenarme los oídos”, no había razón para dirigirse a mí de “todos los honores” de un evento internacional.
esa manera. Me resultó muy extraño. Esto justifica mi Superada la decisión, se plantearon dos temas im-
reacción, y mi pedido de explicaciones por escrito. portantes que requerían atención. Primero y principal,
Al día siguiente llegó el email, y todo quedó aclara- ¿Qué fotografías podía yo exponer? ¿Qué tipo de fotogra-
do. Gracias a mi coleccionismo fotográfico de más de
treinta años –¡nunca tantos como los de HUMUS !-, y a los
dos libros publicados como resultado de esta pasión, fui
conociendo y juntando amigos “offline”, esos que son de
verdad, en los círculos cerrados de la fotografía en nuestro
país y en el exterior. Uno de esos amigos del Museo
Niépce[1] de Francia, me recomendó con Tatev como “el
Michel Lacanaud, y el retrato que le tomó a su madre
Vista del Ararat, cerca del monasterio de Khor Virap. de cien años, que fuera expuesta en el Festival.
15

