Page 2 - (Desolación)
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Con el Premio Nobel, Gabriela Mistral alcanzó en 1945 una consagración literaria que
hasta el presente no ha logrado ningún otro escritor hispanoamericano. Así, la que fuera
humilde maestra de escuela, se vio lanzada de improviso a la fama universal. Las ediciones
de sus obras se multiplicaron en varios idiomas y, más aún que antes, diarios y revistas se
disputaron el honor de publicar los escritos de la ilustre poetisa. Sin embargo, ésta nunca se
preocupó realmente de la suerte de sus obras. La primera, aquella que hizo su renombre
americano, Desolación, apareció por primera vez en los Estados Unidos gracias a Federico
de Onís; al año siguiente, el libro fue publicado en Chile, y desde entonces ha sido
reimpreso muchas veces. En la práctica, no obstante, siempre resultaba difícil hallarlo en

