Page 1124 - La Estacion De La Calle Perdido - China Mieville
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para resistir.

                El pequeño fuego seguía encendido, ardiendo tenaz.

            El látigo apresaba la garganta de la polilla asesina. No


            podía tragar ni respirar.

                Su cabeza se sacudió sobre el cuello alargado. Emitía

            grititos estrangulados. Su lengua se hinchó y abandonó


            bruscamente  la  garganta  de  Lin.  El  chorro  de

            consciencia  que  había  tratado  de  tragar  se  le  había


            atascado en la garganta. Se aferró al látigo, frenética y

            aterrorizada. Sacudió las garras y se agitó y se retorció.

                Isaac continuaba sujetando la flaca muñeca de Lin y


            tiró de ella mientras la polilla se convulsionaba en su

            horripilante  danza.  Sus  miembros  temblorosos  se


            alejaron de ella y aferraron en vano la correa que  la

            ahogaba.  Isaac  logró  soltarla  por  completo,  cayó  al

            suelo y se alejó arrastrándose de la enfurecida criatura.


                Mientras esta se volvía llena de pánico, sus alas se

            plegaron y se apartó de la puerta. Al instante, su presa

            sobre Motley se quebró. El cuerpo compuesto de este


            cayó hacia delante y se desplomó de bruces mientras

            su  mente  volvía  a  recomponerse  a  duras  penas.  Sus

            hombres pasaron sobre él, corriendo entre la maraña


            de patas para entrar en la habitación.

                En un repugnante tamborileo de apéndices, la polilla


            asesina giró sobre sí misma. El látigo, arrancado de las

            manos  de  Yagharek,  le  desgarró  la  piel.  El  garuda




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