Page 7 - Southern Reach 01 - Aniquilacion - Jeff Vandermeer
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variedades. Las ciénagas y los arroyos ocultaban
enormes reptiles acuáticos, por lo que procurábamos no
adentrarnos demasiado a la hora de recoger las muestras
de agua. Con todo, estos aspectos del ecosistema no nos
preocupaban demasiado. Había otros elementos que sí
nos afectaban. Tiempo atrás, allí habían existido pueblos,
y nos topábamos con signos fantasmagóricos de
asentamientos humanos: barracas podridas de techos
hundidos y rojizos, radios oxidados de ruedas de
vagones medio enterradas en el suelo o el contorno,
apenas visible, de lo que fueron recintos para ganado,
convertidos en simples soportes para capas de hojarasca
de pinos.
Aunque era mucho peor el grave y potente gemido
del ocaso. El viento marino y el insólito silencio del
interior menguaban nuestra capacidad de determinar su
dirección, de modo que era como si el sonido se infiltrara
en el agua oscura que empapaba los cipreses. Esa agua
era tan negra que nos veíamos la cara en ella; rígida
como el cristal, no se agitaba nunca, reflejando las barbas
de musgo gris que cubrían dichos árboles. Mirando el
océano entre esas zonas, solo se veía el agua negra, el gris
de los troncos de ciprés y la lluvia constante e inmóvil
del musgo que manaba. Solo se oía aquel gemido grave.
Su efecto no se puede entender sin estar allí. Tampoco se
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