Page 754 - El Mundo De Roche - Robert L Forward
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El Mundo de Roche Robert L. Forward
cuando nos alcance.
—Cuanto más grande, mejor —dijo George, al
tiempo que volvía a aumentar la velocidad de las
hélices hasta rebasar el nivel de peligro. La
Libélula empezó a moverse en el mismo sentido
que la ola.
—Es imposible que consigamos la velocidad
necesaria para cabalgar sobre esa ola, pero si es lo
suficientemente alta podremos remontar el vuelo
antes de que la cresta nos devore.
La escena que les mostraba la cámara del
escáner de lo que tenían detrás se fue volviendo
más y más oscura a medida que la ola se alzaba
para tapar el firmamento. La tripulación sintió
que el avión se inclinaba hacia arriba y se
remontaba como si hubieran entrado en una
corriente ascendiente. Frente a ellos, el horizonte
se inclinó hacia abajo y las luces de aterrizaje
iluminaron la superficie del océano. Estaban a
medio kilómetro de altura.
—¡Ahora! —dijo George mientras manejaba los
controles que normalmente gobernaban el
sistema de cohetes del monopropelente. El agua
fue escupida de los colectores por un chorro de
aire y la Libélula se precipitó hacia delante. La
llama entre amarilla y blanca de un brillante
soplete iluminó el mar durante breves instantes
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