Page 150 - Enemigo Mío - Barry B. Longyear
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—Por favor, Jeriba Gothig, compréndalo. No podemos
mezclar su linaje con esta desgracia. Su nieto está casi bien y
pronto iniciará un programa reeducativo. En menos de dos
años tendrá un nieto digno de continuar el linaje. ¿Es eso un
error?
Gothig se limitó a sacudir la cabeza. Me puse delante de
Zammis y observé sus ojos amarillos. Extendí los brazos y
cogí su mano derecha entre las mías.
—¿Zammis?
Zammis me miró, movió su mano izquierda y cogió la
mía extendiendo los dedos. De uno en uno, Zammis señaló
los dedos de mi mano, me miró a los ojos, después volvió a
examinar la mano.
—Si… —Zammis señaló de nuevo—. Uno, dos, tres,
¡cuatro, cinco! —Zammis me miró a los ojos—. ¡Cuatro,
cinco!
—Sí. Sí. —Zammis llevó mi mano a su mejilla y la
apretó—. Tío… Tío… Ya te dije que jamás te olvidaría.
Nunca conté los años que transcurrieron. Mi barba había
vuelto a crecer, y yo estaba arrodillado envuelto en las pieles
de serpiente, junto a la tumba de mi amigo, Jeriba Shigan.
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