Page 214 - Sin Noticias De Gurb - Eduardo Mendoza
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10.32                Decido  acudir  personalmente  a  la  llamada.



        Esta vez no es un mocito, sino un mocetón. Trae las manos



        vacías y dice que quiere hablar con la dueña de la casa.



        Respondo que la dueña de la casa no está visible en estos



        instantes.  Si  lo  desea,  añado,  puede  volver  más  tarde  o



        dejarme su tarjeta de visita. El mocetón me pregunta si soy



        por azar el marido de la dueña de la casa. No, señor, ni



        hablar.  ¿Su  novio,  tal  vez?  No.  ¿Su  amigo?  Tampoco.



        Entonces, ¿quién soy yo y qué carajo estoy haciendo aquí?



        Soy el mayordomo, respondo, y sé kárate; de modo que nada



        de tonterías, ¿entendido?







        10.34                El mocetón me hace una cara nueva y se va. Por



        lo menos, me he ahorrado los dos duros.








        10.36                Cuando  me  dirijo  a  la  cocina  tanteando  las



        paredes  por  el  pasillo  me  topo  con  Gurb,  a  quien  han






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