Page 236 - Las Estrellas Mi Destino - Alfred Bester
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—Lo  odio  —estalló  Robín—.  Me  da  asco.  Está  podrido.

           Destruye todo lo que toca. Algún día me las pagará.



           —Pero, ¿trabajaremos juntos desde Año Nuevo hasta abril?



           —Trabajaremos juntos.







                                                      NUEVE



           La  víspera  de  Año  Nuevo,  Geoffrey  Fourmyle  de  Ceres

           hizo  su  entrada  al  asalto  en  la  alta  sociedad.  Apareció

           primero en Canberra, en el baile de la Casa del Gobierno,


           media hora antes de medianoche. Era un evento altamente

           formal, repleto de pompa y color, pues era costumbre en

           las fiestas selectas de la sociedad el vestir los trajes de noche


           que habían estado de moda el año en que se había fundado

           el clan o patentado la marca registrada.



           Así, los Morses (Teléfonos y Telégrafos) llevaban chaqués

           del  siglo  diecinueve  y  sus  esposas  usaban  trajes

           Victorianos.  Los  Skodas  (Pólvoras  y  Cañones)  se


           remontaban  a  finales  del  siglo  dieciocho,  vistiendo

           calzones  y  crinolinas  de  la  regencia.  Los  atrevidos

           Peenemundes  (Cohetes  y  Reactores),  que  databan  de


           alrededor  de  mil  novecientos  veinte,  usaban  fracs,  y  sus

           mujeres revelaban desvergonzadamente brazos, piernas y




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