Page 479 - Enciclopedia De Los Mitos De Cthulhu - Daniel Harms
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una cripta subterránea cuyo emplazamiento sigue
siendo un secreto incluso en la actualidad. Seneferu se
sintió frustrado, pero se consoló declarando muerto al
Faraón Negro y haciendo que su nombre fuera tachado
en todos los registros y monumentos.
En las profundidades de su oculta cripta funeraria,
Nefrén‐Ka sacrificó cien víctimas a Nyarlathotep. A
cambio de esta ofrenda, el Poderoso Mensajero le
concedió el poder de la profecía. Nefrén‐Ka pasó los
últimos días de su vida dibujando el futuro del mundo
en las paredes de su tumba.
La Sexta Dinastía vivió la ascensión al trono de la
Reina Nitocris, que reavivó el culto a Nyarlathotep.
Algunos dicen que apareció otro (o posiblemente el
mismo). Nefrén‐Ka al final de esta dinastía, hijo de
Nitocris y Nyarlathotep. Por desgracia, no tenemos
prácticamente ninguna información sobre su reinado.
Durante la Decimoctava Dinastía, Amenhotep IV (o
Akenatón) descubrió los restos de Nefrén‐Ka e invocó al
mago muerto por medios arcanos. Nefrén‐Ka influyó en
el joven faraón, convenciéndolo para que transformara
la religión de aquellas tierras en la adoración velada de
sus propios dioses. Nefrén‐Ka pronto comprendió que
aún no había llegado la hora de su resurgimiento y
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