Page 661 - Enciclopedia De Los Mitos De Cthulhu - Daniel Harms
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adoradores humanos de Chaugnar dio lugar a los tcho‐
tchos. Después, esta extraña raza de enanos emigró a
Oriente desde su hogar de los Pirineos, transportando a
Chaugnar a su nueva morada. Sin embargo, otra historia
alternativa cuenta que los tcho‐tchos llegaron a este
mundo desde el Gran Abismo, viajando hasta la ciudad
de Sarkomand, en las Tierras del Sueño, y desde allí a la
Meseta de Sung. Según esta leyenda, los tcho‐tchos
podrían haber sido siervos de los Dioses Arquetípicos,
enviados a vigilar a Zhar y a Lloigor, y que con el paso
del tiempo y la influencia del Loto Negro acabaron
degenerando. No está claro si ambas historias pueden
ser compatibles.
Aunque antaño los tcho‐tchos estuvieron muy
extendidos por Asia oriental, en tiempos recientes han
menguado hasta sobrevivir solo en unas pocas
poblaciones aisladas. Todas las tribus cercanas
desprecian a sus vecinos tcho‐tchos, y la mayoría de los
arqueólogos creía hasta hace poco que los japoneses los
habían exterminado a todos. En Indochina vivían unas
tribus tcho‐tchos que durante la Guerra de Vietnam
recibieron armas de la CIA, pero en 1970‐71, los Estados
Unidos bombardearon en secreto toda aldea de la región
en la que se supiera (o sospechara) que había tcho‐tchos.
No obstante, hace unos años, ciertos congresistas
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