Page 624 - La Herejia De Horus 01 - Horus El Señor De La Guerra - Abnett Dan
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desperdigaban  por  el  terreno  como  tachuelas

                  blindadas.




                  A medida que descendían al interior de aquel lugar,

                  los astartes encontraron que la tierra en la base de la

                  hendidura  era  cenagosa  y  resbaladiza,  decorada  con


                  largos  y  poco  profundos  lagos  de  aguas  teñidas  de

                  naranja  por  el  contenido  en  hierro  de  la  tierra.  El

                  centelleo de las tormentas que se desarrollaban sobre

                  sus  cabezas  se  reflejaba  fulgurante  en  los  estanques,


                  que recordaban marcas de zarpas sobre el suelo.



                  El  aire  estaba  repleto  de  una  especie  de  insectos

                  fibrosos de color gris que iban de un lado a otro y se


                  arremolinaban  interminablemente  en  la  atmósfera

                  estancada.  Unas  criaturas  voladoras  de  mayor

                  tamaño, que aleteaban igual que murciélagos, cazaban


                  aquellos  seres  efectuando  veloces  descensos  en

                  picado.




                  En  la  entrada  de  la  falla  descubrieron  otros  seis

                  árboles  de  espinos  colocados  en  un  bosquecillo

                  silencioso. Cadáveres consumidos y vestigios de carne

                  y  armaduras  adornaban  las  púas.  Eran  ángeles




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