Page 777 - La Herejia De Horus 01 - Horus El Señor De La Guerra - Abnett Dan
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nuevos que ofrecía la tecnología. En las aceras
abundaban las estatuas de factura magnífica y las
fuentes de aguas calmas, pero también había
esculturas públicas de luz y sonido. Las antiguas
aberturas ojivales de las ventanas estaban equipadas
con paneles de cristal que reaccionaban a la luz y el
calor, y las puertas se abrían y cerraban mediante
sensores automáticos de presencia. Por si esto fuera
poco, los niveles de luz de los interiores se podían
ajustar con un movimiento de la mano. Por todas
partes se oía el son de la suave melodía del aria.
El Imperio poseía muchas ciudades que eran más
grandes, imponentes y ciclópeas. Las supercolmenas
de Terra y las agujas plateadas de Próspero eran
monumentos prodigiosos al progreso cultural que
más bien empequeñecían Xenobia Principis. Pero la
ciudad interexiana era tan refinada y sofisticada como
cualquier conurbación en el espacio imperial, y era
simplemente un asentamiento fronterizo.
El día de su llegada, los imperiales fueron recibidos
con un gran desfile, que culminó con su presentación
al oficial real superior de Xenobia, un comandante
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