Page 368 - Los Sin Nombre - Ramsey Campbell
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Los sin nombre: 33 Ramsey Campbell
casa sin ser vista. Sin concederse tiempo para pensar,
se dirigió directamente a la puerta principal.
Una muñeca calva, con la cabeza y las extremidades
retorcidas, la miró con una cuenca y un ojo. Barbara
observaba las cortinas para ver si se movían, pero por
el rabillo del ojo podía ver la basura que había a su
alrededor: un retrovisor medio enterrado en el barro,
un mosaico de cristales rotos, una chaqueta mojada o
un trozo de alfombra, una crisálida gigantesca azul y
blanca que en realidad era un zapato, un trozo verdoso
de tubo de cobre... Sin detenerse cogió el tubo, cuyo
peso le resultó reconfortante. ¿Realmente podría
utilizarlo como arma, si en su vida había conocido la
violencia? Tal y como se sentía en esos momentos,
estaba segura de ello.
Las cortinas permanecieron inmóviles. Las estaba
mirando con tanta atención que prácticamente había
llegado a la puerta principal cuando se dio cuenta de
que estaba abierta. ¿Sería una trampa? Los coches
rugían por encima y por debajo de ella, aislándola del
mundo. Ninguno de los conductores podría ayudarla;
de hecho, dudaba que pudieran verla. Además,
aunque advirtieran que estaba en peligro, no podrían
detenerse. Levantó el tubo sobre su cabeza y abrió la
puerta de par en par de una patada.
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