Page 21 - Primera Guerra Formica 02 - La Tierra En Llamas - Orson Scott Card
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La Tierra en llamas Orson Scott Card ‐ Aaron Johnston
proceder de una fuente fiable: de las noticias o del
gobierno o de otros adultos, no de un niño de ocho
años hijo de un campesino que cultivaba arroz.
—Ahora tienes tres segundos para volver a tus
estudios, o le asignaré tu tiempo a otra persona.
Bingwen no discutió. ¿De qué iba a servir?
Cuando los adultos se ponían desafiantes en público,
ninguna prueba, por irrefutable que fuera, los hacía
cambiar de opinión. Volvió a encaramarse a su silla y
pulsó dos veces en el teclado. El vídeo del alienígena
desapareció, y en su lugar apareció un complicado
problema de geometría. La bibliotecaria asintió, le
dirigió una última mirada severa y luego cruzó la sala
para regresar a su escritorio.
Bingwen fingió concentrarse en el problema hasta
que la bibliotecaria volvió a sus cosas y dejó de
prestarle atención. Entonces pulsó una tecla y volvió a
recuperar el vídeo. El rostro del alienígena lo miró,
petrificado en la pausa donde lo había dejado antes.
¿Había visto la bibliotecaria algo que él había pasado
por alto? ¿Algún detalle o alguna inconsistencia que
demostrara que el vídeo era falso? Era cierto que había
cientos de vídeos similares en las redes. Duelos
espaciales, encuentros con alienígenas, aventuras
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