Page 28 - Primera Guerra Formica 02 - La Tierra En Llamas - Orson Scott Card
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La Tierra en llamas Orson Scott Card ‐ Aaron Johnston
difíciles se vuelven las preguntas. Si acertaras todas
las repuestas, al final las preguntas serían tan
complicadas que nadie podría contestarlas.
—Bingwen lo hace.
Meilin sonrió.
—Ya, y yo me lo creo, ¿verdad?
—No, de verdad —dijo Hopper—. Díselo,
Bingwen.
Meilin se volvió hacia él, esperando que la broma
terminara ahí, pero el niño se encogió de hombros.
—Supongo que tengo suerte.
Meilin compuso una expresión de incredulidad.
—¿Todas las respuestas? No me extraña que el
señor Nong te deje tiempo extra con el ordenador y te
trate como a su mascota.
El señor Nong era el bibliotecario jefe, un hombre
amable de setenta y tantos años que tenía mala salud
y que por eso solo acudía a la biblioteca dos días por
semana. Su ayudante, la señora Yi, que despreciaba a
los niños y a Bingwen más que a ninguno, lo sustituía
en días como hoy, cuando estaba fuera. «Te odia
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