Page 124 - Turismo Brugal
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Tener un bicho de unas 14 toneladas de peso y unos 15 metros de largo moviéndose cerca de ti es
ya, de por sí, toda una experiencia. Y aunque parezca una excursión de estas que los turistas llevan
implícitas en su maleta, vale la pena. Con un poco de suerte podrás ver algo más que una sombra
en el océano y contemplarás algún que otro salto, coletazo y otros trucos espectaculares de una (o
varias) de los doce millones de ballenas jorobadas que vienen a aparearse y criar en la Bahía de
Samaná, de mediados de enero hasta mediados de marzo. La mayoría de excursiones marítimas
salen desde el Puerto de Samaná. Sólo tienes que pasearte por allí cinco minutos y alguien se te
acercará para ofrecerte sus servicios.
Los hay con barquitas a motor más humildes y baratas y otros con embarcaciones algo más grandes,
seguras y bien acondicionadas (con aperitivo incluido). Ambas ofrecen, normalmente, una excursión
opcional a Cayo Levantado. Por la diferencia de precio, mejor escoger la segunda opción. Y si
además, te apetece aprender de los comentarios de un especialista en mamíferos marinos durante la
ruta y quieres asegurarte que el bote sigue todas las normativas de seguridad para molestar lo justo
a los animales, elige VICTORIA MARINE (www.whalesamana.com · 809 5382494, unos 55 dólares),
la empresa de Kim Beddall, quién ha dedicado su vida al estudio y defensa de estos cetáceos.

