Page 34 - iIndependencia 1849-1856.
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34	 Wenceslao Vega B.

    Otro intento más importante fue el francés en 1843, bajo el
llamado Plan Levasseur, presentado por el Cónsul Francés en
Puerto Príncipe de ese nombre, a los dominicanos que formaban
parte de la Asamblea Constituyente Haitiana, surgida a raíz de la
caída del gobierno de Boyer. Conociendo que había un complot
de los dominicanos para separarse de Haití, Levasseur quiso con-
vencer a los conjurados para procurar la protección de Francia.
Para lograr su empeño, recibiría su país a cambio, la península y
bahía de Samaná. El plan interesó a un grupo, llamado «afrance-
sado», y Levasseur expuso a su canciller Guizot que Francia debía
aprovechar el descontento que existía por la unión forzada con
Haití, y que como los dominicanos no contaban con recursos
propios frente a las fuerzas haitianas, a lo que aspiraban era a que
Francia favoreciera la emancipación y la apoyara materialmente.2
Levasseur, conociendo bien la situación tras la caída de Boyer y
los sentimientos de los habitantes de la parte oriental, indicó a su
Canciller en junio de 1843, lo siguiente:

                 En el Este, las cosas son, quizás más graves y aun más ame-
            nazantes. Para convencerse, será suficiente, Señor Ministro, que
            usted eche la vista al número 6 del «Patriota» y al número 19 de
            la «Hoja de comercio». Mis informaciones particulares, venidas
            de buena fuente, están además en perfecta armonía con los he-
            chos que revelan esos periódicos. Es evidente que la unidad de la
            república está amenazada por la separación del sur, donde todas
            las simpatías y los intereses comerciales son ingleses, y por lo de la
            parte Este donde las costumbres, el lenguaje, la religión y los recuer-
            dos son todos españoles. Aquí se presentan una serie de cuestiones
            importantes, cuya solución interesa a Francia en alto grado.3

    La posición del cónsul Levasseur era que Francia debía
designar un cónsul en Santo Domingo para que instigara a los

2	 C. Federico Pérez, Historia diplomática dominicana, p. 157.
3	 Colección Centenario, tomo xiv, pp. 73-74.
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