Page 17 - Historia Dominicana desde los aborigenes
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Los caciques inferiores obedecían a los superiores, sobre todo porque la defensa
de las comunidades dependía de los más fuertes. Los inferiores pagaban un tributo
y se enrolaban en campañas militares si lo decidía el superior.
Para finales del siglo xv, en la Isla había varios cacicazgos. El más grande era el
de Xaragua, dirigido por Bohechío y donde había alrededor de 80 caciques. El
segundo en importancia era el de Maguá, dirigido por Guarionex. Otros cacicazgos
importantes eran el de Maguana, dirigido por Caonabo, y el de Marién, dirigido por
Guacanagarí.
Los taínos no eran dados a la guerra. En las fiestas se cantaban y bailaban poemas
llamados areítos y se resaltaban los vínculos de amistad entre las tribus. Había una
mentalidad colectivista, alejada del egoísmo y del sentido de propiedad y codicia,
que evitaba el atesoramiento de riquezas.
La influencia o expansión de los caciques se debía sobre todo a su prestigo
entre las tribus vecinas. Y el prestigio se debía a la generosidad de los caciques
mediante regalos y fiestas, así como a la capacidad productiva de su tribu, la cual
se suponía que le permitía influir en los dioses. Por eso, las otras tribus se unían al
cacique más fuerte de forma voluntaria, para obtener beneficios.
La población aborigen 17 Historia dominicana: desde los aborígenes...

