Page 425 - Pleno Jurisdiccional Nacional Civil y Procesal Civil
P. 425

125

                       También en esta materia el legislador español ha corregido, aunque para materias específicas, la dudosa
                    aplicabilidad de los instrumentos no penales de coerción indirecta en los casos de prestaciones de absten-
                    ción.
                       En la regulación de la Ley de Marcas, poco antes reseñada en cuanto a la sustitución de las multas
                    coercitivas por un modelo similar a las astreintes, el supuesto de hecho determinante de la aplicación de las
                    indemnizaciones coercitivas es la infracción reiterable de un deber de abstención, que justifica aplicar un
                    medio destinado a estimular el mantenimiento de la conducta omisiva debida.
                       Aún no había pasado un año desde la Ley de Marcas, cuando la Ley 39/2002, de 28 de octubre, de trans-
                    posición al ordenamiento jurídico español de diversas directivas comunitarias en materia de protección de
                    los intereses de consumidores y usuarios, añadió al art. 711 LEC un segundo apartado, según el cual “La
                    sentencia estimatoria de una acción de cesación en defensa de los intereses colectivos y de los intereses difusos
                    de consumidores y usuarios impondrá, sin embargo, una multa que oscilará entre seiscientos y sesenta mil
                    euros, por día de retraso en la ejecución de la resolución judicial en el plazo señalado en la sentencia, según la
                    naturaleza e importancia del daño producido y la capacidad económica del condenado. Dicha multa deberá
                    ser ingresada en el Tesoro Público”.
                       De una parte, en el tema básico de los criterios de política legislativa sobre la ejecución por medios de
                    coerción de naturaleza no penal, la disposición rectifica nuevamente el rumbo respecto de la Ley de Marcas
                    2001, marginando la opción por las astreintes.
                       Por otra parte, el precepto da respuesta, aunque sólo en su específico ámbito de aplicación, a la necesidad
                    de utilizar las multas coercitivas con la finalidad de forzar al condenado a respetar la prohibición que le ha
                    impuesto la sentencia, incluso sin tener que esperar a un nuevo incumplimiento posterior al momento en
                    que la sentencia de condena a abstención haya adquirido eficacia ejecutiva.









































                    el legislador hubiera podido ahorrarse las regulaciones específicas de los arts. 709 y 710 LEC. Más correctamente, el art.
                    699, párrafo segundo LEC ha de ser interpretado, en cuanto a su mención de las multas coercitivas, como una norma de
                    remisión, que ha de integrarse con las normas que establecen los diversos supuestos en que está prevista la aplicación de
                    estas multas.
   420   421   422   423   424   425   426   427   428   429   430