Page 56 - La máscara de la objeción.cdr
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bebé ¿En serio lo querés matar”? Andrea no hablaba,
miraba el techo y lloraba.
Eli, su mamá, comprendió que la vida de su hija estaba
en peligro. Tuvo miedo y buscó una abogada.
Su abogada impidió que un Juez de Familia hiciera una
Junta Médica. Al parecer quería explicar a la niña qué
significaba el aborto.
Cuando finalmente le dieron las pastillas para empezar
el aborto, enviaron a Andrea a su casa “para protegerla
de los objetores de conciencia” con la indicación de que,
una vez producido el aborto, recoja los restos del
inodoro, los guarde en una bolsa y regrese al Hospital
“sin decir nada cuando ingrese por la Guardia”.
Andrea, su mamá, el feto y su abogada, volvieron al día
siguiente en un auto para terminar el tratamiento.
Nuestra Corte Suprema de Justicia, en esta
misma línea, señaló en 2012 en el fallo F.A.L que
“descartada la posibilidad de una persecución penal
para quienes realicen las prácticas médicas en supuestos
como los examinados en autos, la insistencia en
conductas como la señalada no puede sino ser
considerada como una barrera al acceso a los servicios
de salud, debiendo responder sus autores por las
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