Page 51 - Los Humanoides - Jack Willianson
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comprendí que debía ayudar al hombre a desarrollar


            los poderes que tiene latentes en su propio cerebro, en

            sus facultades psíquicas tanto tiempo olvidadas... —el

            gigante miró hacia el fuego y suspiró—. Por eso Sledge


            y  yo  nos  separamos.  Lamento  decir  que  nuestra

            despedida fue amarga...; yo le dije que era un tonto con

            mente fosilizada y él me pronosticó que mis esfuerzos


            sólo  conducirían  a  la  mecanización  de  la  especie

            humana  en  toda  la  galaxia.  Sledge  se  marchó,  para

            intentar provocar una reacción en cadena en las aguas


            y  rocas  de ʺAla  4ªʺ,  el  planeta  de  los  humanoides,

            utilizando un arma rodomagnética. No volví a verlo,


            pero sé que fracasó, porque los humanoides no se han

            detenido.


                    Los  ojos  azules  de  White  se  dirigieron  hacia  sus


            reducidas  huestes.  El  telépata,  el  clarividente,  el

            telecinético jugador y la niña capaz de teleportarse...


                    —Así,  pues,  sigo  combatiendo  a  la  benévola

            creación  de  Sledge  con  ayuda  de  los  restos  de  un


            ejército  derrotado  —prosiguió  diciendo  con,  un

            suspiro——. Y éstos son mis soldados. ¡Mírelos! ¡Los

            ciudadanos más talentosos de Ja Tierra! Y los hallé en


            el arroyo, la cárcel y el manicomio .... pese a que son la

            última esperanza de la especie humana!












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