Page 86 - La Constelación Del Perro - Peter Heller
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desechos                 de          hierro            tan          inevitables                y


              encantadores  como  los  álamos  que  trazan  los


              ríos  y  que  proyectan  sus  propias  sombras


              alargadas.  El  blanco  penacho  de  las  chimeneas


              de la central eléctrica, inclinado hacia el este por


              el  viento  de  la  mañana  y  puro  como  el  algodón


              lavado.  Así  era  entonces.  Visto  desde  arriba  no


              había  pobreza  ni  sufrimiento  ni  conflicto:  solo



              dibujo  y  perfección.  La  quietud  inmortal  de  un


              paisaje pictórico. Ni nunca quedarán esos árboles


              desnudos… Incluso las luces centelleantes de un


              vehículo  de  emergencia  que  avanzaba  por  el


              carril  de  una  autopista  latían  con  el  ritmo


              tranquilizador de un grillo.




                     Y  durante  un  rato,  mientras  vuelo  y  lo  veo


              todo  como  lo  vería  un  halcón,  me  siento  como



              liberado  de  los  detalles  escabrosos:  no  estoy


              enfermo  de  tristeza  ni  tengo  las  articulaciones


              rígidas, ni siquiera me siento solo ni vivo con la


              náusea de haber matado ni parezco destinado a


              matar otra vez. Soy el que lo sobrevuela todo y


              mira hacia abajo. Estoy por encima de todo.




                     Aunque  no  tengo  a  quién  decírselo,  me


              parece  muy  importante  expresarlo  bien.  La


              realidad y qué se siente al escapar de ella. Que a






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