Page 88 - La Constelación Del Perro - Peter Heller
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Los  encontré  de  camino  hacia  aquí,  dijo.


              Tienen  el  mal  de  la  sangre.  Les  grité  desde  el


              otro  lado  del  solar.  Disparé  a  dos  que  se


              acercaron  demasiado.  Ojalá  tuviéramos  bombas


              incendiarias.




                     Lo miré. Me quedé pasmado. No tenía ni idea,


              aunque, claro, cómo iban a saber que aquel tipo


              acabaría conmigo, que sería mi compañero.




                     Unos  cuantos  niños  andrajosos  salieron


              corriendo de una nave de pavos y se pusieron a


              saludar  y  dar  brincos.  Bangley  volvió  sus



              hombros  encorvados  para  mirarme  desde  la


              estrechez de su asiento.




                     ¿Te conocen?




                     Sí. Les echo una mano. No son druidas, son


              menonitas.




                     Noté su mirada en las sienes y luego ya no.


              No  dijo  nada  más  en  todo  el  viaje,  ni  siquiera


              cuando sobrevolamos las montañas a poca altura


              y vimos la nieve reciente que salía volando de los


              riscos.
















                                                                                                            88
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