Page 1069 - La Estacion De La Calle Perdido - China Mieville
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porque se asomaba cada pocos segundos, esperando a
que los hombres estuvieran al alcance de su látigo.
Isaac avanzó a rastras y se asomó sobre el bordillo de
la pequeña plataforma. Los hombres se estaban
aproximando, ahora con más cautela, escondiéndose
en cada nivel, sin dejarse ver, pero moviéndose a pesar
de ello con increíble rapidez.
Isaac apuntó y disparó. Su bala impactó contra la
pizarra sin hacer nada y manchó de polvo al soldado
que marchaba en vanguardia.
— ¡Maldita sea! —siseó y retrocedió para recargar su
arma. Una fría certeza de derrota se estaba apoderando
de él. Había demasiados hombres y se acercaban
demasiado deprisa. En cuanto la milicia llegase arriba,
no tendrían defensa. Si la Tejedora acudía en su ayuda,
perderían su cebo y las polillas asesinas escaparían.
Podrían llevarse uno, dos o tres de los oficiales con
ellos, pero no podrían escapar.
Andrej se sacudía arriba y abajo, arqueando la
espalda y debatiéndose contra sus ligaduras. Los
nervios entre los ojos de Isaac cantaban mientras el
flujo de energía continuaba escaldando el éter. Los
aeróstatos se estaban acercando. Isaac arrugó el rostro
y se asomó por el borde de la plataforma. En la
extensión quebrada de tejados que había debajo de
ellos, los borrachos y los vagabundos se escabullían
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