Page 718 - La Estacion De La Calle Perdido - China Mieville
P. 718

37

                A lo largo del día siguiente, la ciudad se convirtió en

            un caliginoso generador de calor y pesadillas.


                Los rumores sacudían los bajos fondos. Ma Francine

            había sido hallada muerta, decían. Le había disparado

            por  la  noche,  tres  veces,  con  un  arco.  Algún  asesino


            independiente se había ganado mil guineas del señor

            Motley.


                No  llegaban  noticias  desde  el  cuartel  general  en

            Kinken  de  la  Banda  del  Azúcar.  Sin  duda,  había

            comenzado la guerra interna por la sucesión.


                Se  encontraban  cada  vez  más  cuerpos  comatosos,

            imbéciles.  La  sensación  de  lento  pánico  cobraba


            velocidad  de  forma  perceptible.  Las  pesadillas  no

            cesaban, y algunos de los periódicos las relacionaban

            con los ciudadanos sin mente hallados todos los días,


            derrumbados sobre sus mesas frente a ventanas rotas,

            o  tirados  en  la  calle,  atacados  entre  los  edificios  por

            aflicciones  llovidas  del  cielo.  El  débil  olor  del  limón


            podrido se aferraba a sus rostros.

                Aquella  plaga  no  discriminaba.  Afectaba  a

            completos  y  a  rehechos.  Se  encontraron  humanos,


            khepri,  vodyanoi  y  dracos.  Incluso  los  garuda  de  la

            ciudad comenzaban a caer, así como otras criaturas aún


            más extrañas.

                En el montículo de San Jabber, el sol se alzó sobre un




                                                           718
   713   714   715   716   717   718   719   720   721   722   723