Page 83 - Southern Reach 01 - Aniquilacion - Jeff Vandermeer
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apunté.



                    Pero ¿cómo no iba a afectarme el Área X, aunque solo


             fuese a través de él? Una noche, cerca de un año después

             de que se marchara a cruzar la frontera, oí desde la cama

             que había alguien en la cocina. Armada con un bate de


             béisbol, salí del dormitorio y encendí todas las luces de la

             casa.  Me  encontré  a  mi  marido  junto  al  frigorífico,

             todavía  con  la  ropa  de  la  expedición  y  bebiendo  leche

             hasta que le rebosó por la barbilla y el cuello. Y comiendo


             sobras desaforadamente.



                    Me  quedé  sin  habla.  Solo  pude  mirarlo  como  a  un

             espejismo, como si moverme o hablar fuese a convertirlo

             en nada, o en menos que nada.



                    Nos sentamos en la sala de estar, él en el sofá y yo

             enfrente,  en  una  silla:  me  hacía  falta  cierta  distancia


             respecto a tan súbita aparición. No supo decirme cómo

             había abandonado el Área X, ni recordaba en absoluto el

             trayecto  hasta  casa.  Solo  conservaba  una  reminiscencia


             vaga  de  la  expedición  en  sí.  Desprendía  una  rara

             serenidad,  salpicada  solo  por  instantes  de  angustia

             remota  cuando,  al  preguntarle  yo  por  lo  ocurrido,  se


             daba cuenta de que su amnesia no era normal. Tampoco

             parecía tener ningún recuerdo de cómo había empezado

             a desintegrarse nuestro matrimonio, mucho antes de las


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