Page 32 - El hombre ilustrado - Ray Bradbury
P. 32

—Sería divertido un pequeño cambio, ¿no crees?



           —No, sería horripilante. No me gustó que quitaras


           el pintador de cuadros el mes pasado.



           —Es porque quería que aprendieras a pintar por ti

           mismo, hijo.



           —Yo no quiero hacer nada excepto mirar y oír y


           oler. ¿Qué otra cosa se puede hacer?



           —Muy bien, vete a jugar a África.



           —¿Cerrarás la casa pronto?



           —Lo estamos pensando.



           —Creo  que  será  mejor  que  no  lo  penséis  más,

           padre.



           —¡No voy a consentir que me amenace mi propio


           hijo!



           —Muy bien —y Peter penetró en el cuarto de jugar.



           —¿Llego a tiempo? —dijo David McClean.



           —¿Quieres                   desayunar?                  —preguntó                    George

           Hadley.



           —Gracias, tomaré algo. ¿Cuál es el problema?



           —David, tú eres psicólogo.



           —Eso espero.



           —Bien, pues entonces échale una mirada al cuarto


           de jugar de nuestros hijos. Ya lo viste hace un año

           cuando viniste por aquí. ¿Entonces no notaste nada


           especial en esa habitación?





                                                                                                           31
   27   28   29   30   31   32   33   34   35   36   37