Page 731 - El Mundo De Roche - Robert L Forward
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El Mundo de Roche Robert L. Forward
tornado del tamaño de los de Oz.
Thomas llamó a Carmen, que estaba abajo, en la
cocina.
—Creo que será mejor que contactes con la
Libélula por los satélites — dijo—. Hay un cambio
de planes. —Para aliviar la vergüenza que sentía
por su metedura de pata con Red, sacó
nerviosamente la cámara y empezó a tomar más
fotografías. Más tarde tendría que admitir que
eran las peores que había hecho jamás.
Al cabo de un rato, la voz de Carmen se abrió
paso entre su preocupación y la sucesión de
zumbidos‐crujidos.
—Ninguno de los satélites de comunicaciones
ha podido contactar con la Libélula desde hace
dos horas.
De repente, Thomas se sintió muy viejo.
Shirley, cuyo sueño era tan liviano como el de
una madre joven y nerviosa con un recién nacido,
abrió los ojos en la oscuridad de su litera. Sólo el
centelleo de las luces procedentes del diablillo de
su pelo aliviaba un poco la negrura reinante.
Algo había cambiado en la Libélula y su sistema de
alarma personal la había despertado. Permaneció
tendida un rato, escuchando los sutiles latidos de
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