Page 97 - A La Deriva En El Mar De Las Lluvias - Varios Autores
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ver que le miraba, se acicaló, como si esperara que
Mira se alegrase de verlo. No era un tipo atractivo;
tenía una nariz ancha y abultada, y no precisamente
aristocrática. Las ventanas de la nariz eran como las
de un toro, la frente de neandertal, pero la boca era
delicada. No lo reconocía.
—No puedo moverme. ¿Por qué no puedo
moverme? —Mira logró decir por fin. Miró a su
alrededor lo mejor que pudo.
—No pasa nada. Intenta relajarte. Sólo te funciona
la cara.
—¿Qué ha pasado? —dijo Mira no sin esfuerzo.
—Tuviste un accidente de coche —dijo él
arrugando la frente con preocupación. Le echó un
vistazo a lo que le aparecía escrito en la palma de la
mano—. Lesiones bastante graves. Rotura de la aorta.
Pérdida de la pierna derecha.
¿Pérdida de la pierna derecha? ¿Su pierna
derecha? No podía ver nada aparte del tipo que tenía
encima y un techo dorado en lo alto, muy en lo alto.
—¿Esto es un hospital? —preguntó.
—No, no. Un centro de contactos.
—¿Qué? —Por primera vez se dio cuenta de que
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