Page 4 - El Jugador - Iain M. Banks
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funcionaba como debería, y le obligaba a cojear‐‐, pero
aparte de eso había tenido mucha suerte. El último ataque
se había producido un kilómetro más atrás, y ahora ya
casi estaban fuera de su alcance.
La salva de proyectiles apareció por encima del risco
más cercano formando un arco resplandeciente. La avería
del visor hizo que tardara un poco más de lo normal en
detectarlos. Creyó que ya habían empezado a disparar,
pero no eran más que los rayos de sol arrancando reflejos
a las lisas superficies metálicas. Los proyectiles
descendieron un poco y se reagruparon moviéndose con
la fluida elegancia de una bandada de pájaros.
El momento en que empezaron a disparar fue
indicado por un rojo destellar estroboscópico. Alzó su
arma para devolver el fuego. Las otras siluetas del grupo
ya habían empezado a disparar. Algunas se arrojaron de
bruces sobre la polvorienta superficie del desierto, otras
pusieron una rodilla en el suelo. Sólo él siguió en pie.
Los proyectiles volvieron a cambiar de dirección.
Giraron al unísono y se separaron bruscamente para
seguir rumbos distintos. Los primeros impactos
levantaron nubecillas de polvo alrededor de sus pies.
Intentó apuntar el cañón de su arma hacia una de las
pequeñas máquinas, pero los proyectiles se movían con
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