Page 179 - Mundos En El Abismo - Juan M. Aguilera
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DOS





                  Con esfuerzo, Hari Pramantha introdujo


           sus bolsas de equipaje y su propia persona en


           el cubículo que le acababa de asignar el


           adelantado de reposteros de la Vajra. Tienes


           espacio para bostezar, se había dicho, y



           desperezarte, si lo haces levantando los


           brazos. No, el camarote no era siquiera un


           cubículo. Un cubículo es un cubo pequeño, y un


           cubo tiene seis caras. Era más bien una cuña,


           pues una de sus caras formaba parte de la


           curvatura del casco; el piso y el mamparo de


           popa eran una sola cosa. El techo estaba


           recorrido por gruesos cables aislados, y


           tuberías pintadas de gris con anillos de color:





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