Page 248 - Mundos En El Abismo - Juan M. Aguilera
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El biólogo no podía por menos que admirar la


           compleja ecología cerrada que era la Vajra.


           Todo se aprovechaba una y mil veces. Nada se


           desperdiciaba. Uno pronto se descubría


           amando a aquella nave. En una ocasión, uno de


           los suboficiales de aireación le había



           comentado:


           - La Vajra no es una nave, mi oficial. Es una


           chica preciosa.


              Jonás pensaba que aquella nave era un bote


           de café perdido en el vacío. Pero las paredes


           de aquella lata eran lo único que se interponía


           entre él y la fría negrura interestelar. Una



           diminuta isla de vida rodeada por una inmensa


           y estéril vastedad. A la fuerza uno debía de


           sentir cierto cariño por aquel bote.


              Quizá fue por eso por lo que el biólogo dedicó


           muchos de los pocos ratos libres realizando


           detallados dibujos de las salas y rincones de la


           nave. Llenó un bloc con ellos.


              En la enfermería intentó, a la vez, cumplir lo


           mejor posible con su trabajo. Preguntó a uno





                                                                                                      247
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