Page 32 - Mundos En El Abismo - Juan M. Aguilera
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un cuarentón de rostro redondo e inocente,
rodeó su escritorio, y avanzó a través del
despacho hasta un pequeño armario que
colgaba de la pared, entre fotografías de
promociones pasadas, premios deportivos y
banderines. Extrajo una botella ámbar.
- Guardaba este licor de Gamaloka para una
ocasión especial - dijo, sirviendo dos vasos -.
No era ésta precisamente en la que había
pensado... pero creo que servirá. Toma, bebe.
Te sentará bien, te lo aseguro.
Jonás dio un largo trago. Tosió cuando el
espeso líquido le quemó la garganta.
- Y así acaban setenta años de libertad
religiosa para Vaikunthaloka - dijo con
amargura -. Algo único en el Akasa-puspa. Algo
que no podía ser permitido. Deberíamos hacer
dos montones de libros, unos para quemar,
otros para guardar. Así evitaremos que metan
sus patazas en la biblioteca.
- No seas tan pesimista - dijo Budnagora
mirando hacia la ventana pensativo -. Tengo
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