Page 37 - Mundos En El Abismo - Juan M. Aguilera
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tugurios y burdeles.
Aquel sarai había sido ambas cosas, y algunas
otras más. Fue construido como un hotel de
lujo, para viajantes adinerados en los lejanos
tiempos de un dominio imperial, pero en
aquellos momentos era apenas un pálido
fantasma de lo que fue en su día. La mayor
parte de sus habitaciones estaban vacías, con
resecas arañas colgando de sus telas sobre las
ventanas y las camas. Contaba con una exigua
dotación de apenas media docena de viejas
prostitutas, que gozaban de cierta fama por
ofrecer precios especiales a los soldados con
permiso.
La cantina del sarai apenas podía llamarse así.
Una barra de algún metal oxidado y mugriento,
y varias mesas y sillas dispuestas
aleatoriamente sobre un irregular suelo de
cemento.
El servicio de camareras había sido
encomendado a unas cuantas mujeres que
vivían en chabolas cerca de la base de la babel.
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