Page 494 - Hijos del dios binario - David B Gil
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El rostro de Eva se encontraba desfigurado por
la inflamación y la sangre coagulada bajo la piel. Le
habían dado puntos para cerrarle heridas en la ceja,
los pómulos y el labio superior, y los vendajes
compresivos en el tórax denotaban que también
debía de tener costillas rotas. Viéndola así, casi
irreconocible por los golpes, Nicholas percibió su
belleza más claramente que nunca: sus hermosos
ojos verdes, ahora cegados por la hinchazón; su
suave piel blanca, cubierta por hematomas que se
extendían como ponzoña; su fino cabello negro,
recortado sin piedad para coserle las heridas del
cuero cabelludo... La violencia física había arrasado
su cuerpo, pero su verdadera belleza subyacía
intacta, inalcanzable para la brutalidad de este
mundo.
Recorrió con mirada triste los tubos que
invadían su cuerpo: las drogas intravenosas para
mantenerla dormida, el oxígeno que bajaba por su
garganta a través del plástico, las sondas bajo las
sábanas. Abatido, temblando de culpabilidad, las
lágrimas comenzaron a correr por sus mejillas.
—La encontraron así en el gimnasio —balbució
Eugene, temeroso de entrometerse en un momento
tan íntimo—, desde entonces ha estado
inconsciente. Nadie sabe quién ha sido.
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