Page 814 - Hijos del dios binario - David B Gil
P. 814

sin embargo, como los de la Unión Soviética o los


           de la República Democrática Alemana, pasaron al


           mercado negro tras la caída del Muro de Berlín.


                  —Chiflados  de  todo  el  mundo  se  lanzaron  a



           comprar el ADN de su dictador favorito.


                  —Según  se  dice,  hubo  coleccionistas  que


           invirtieron auténticas fortunas en hacerse con estas


           muestras,  lo  que  no  dejaba  de  ser  un  ejercicio  de


           credulidad, pues no había manera de constatar que


           el  ADN  humano  que  se  adquiría  perteneciera,  en


           efecto, a esa persona.



                  —Déjeme  adivinar  —lo  interrumpió  Alicia—:


           Ludwig                 Rosesthein                  fue           uno            de          esos


           «coleccionistas».


                  Lester Logan se cubrió los labios con dos dedos,


           imponiéndose  un  silencio  reflexivo  antes  de


           contestar.


                  —El  señor  Rosesthein  trabajó  durante  años  en


           completar  un  archivo  con  muestras  de  ADN  de


           cientos  de  individuos  relevantes  del  siglo  XX.



           Posteriormente,  reunió  en  Suiza  un  equipo  de


           genetistas  con  amplia  experiencia  en  clonación


           celular… y me puso al frente de todo.


                  Alicia  negó  lentamente  con  la  cabeza,  reacia  a


           creer lo que estaba escuchando.


                  —Todo  esto  es  demencial  —logró  decir—.




                                                                                                            814
   809   810   811   812   813   814   815   816   817   818   819