Page 221 - Enciclopedia De Los Mitos De Cthulhu - Daniel Harms
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orejas de grandes lóbulos y finas narices les distinguen

            de los mortales. A veces, estos seres bajan de su hogar en

            la cima de Kadath para copular con mujeres humanas y

            crear así semidioses, y se dice que cuando en algún lugar


            los  rasgos  de  los  dioses  resultan  habituales  entre  los

            habitantes,  es  porque  Kadath  está  cerca.  En  su  mayor

            parte,  los  dioses  de  la  Tierra  son  criaturas  débiles  y

            olvidadizas,  pero  es  del  todo  preferible  llamar  su


            atención que la de los Otros Dioses que les protegen.



                   Según  cierto  escritor,  los  Grandes  Dioses  son  en

            realidad los Dioses Arquetípicos. En vez de derrotar a los

            Primigenios, estos Dioses Arquetípicos les encontraron


            ya dormidos cuando llegaron de Betelgeuse, de modo

            que  colocaron  su  sello  sobre  las  tumbas  de  estos  y

            encomendaron  a  Nodens  su  vigilancia.  Sin  embargo,

            cuando  los  Primigenios  despierten,  los  Dioses


            Arquetípicos  serán  incapaces  de  proteger  a  la

            humanidad.



                   Entre los dioses de la Tierra se encuentran Ariel, el

            que  trae  la  verdad;  Hagarg  Ryonis,  la  que  acecha;


            Karakal,  el  señor  de  las  llamas;  Lilith,  la  reina  de  la

            noche;  Lobon,  la  deidad  perdida  de  Sarnath;  Nath‐

            Horthath, el dios de Celephais; Robigus, el dios de los

            hongos; Tamash, el dios de la ilusión; y Zo‐Kalar, el que




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