Page 36 - Arte e Historia
P. 36
Danilo De los Santos
Dominicano el 9 de septiembre de 1962. Se constituyó en la primera institución privada de altos estudios
académicos, incidiendo en un novedoso despegue cultural para el Cibao, la nación y la ciudad del Yaque.
Allí la empresa tabaquera «La Aurora», fundada en 1903 por Eduardo León Jimenes, amplía sus productos
cigarreros, con marcas de cigarrillos. Es una industria familiar de capital privado que tiene la iniciativa de
fomentar un concurso nacional de arte, de carácter particular, iniciado en 1964.
Durante el lustro 1960-1965 fueron celebradas dos bienales oficiales: la décima edición (1960), cuyo ju-
rado premió a Paul Giudicelli y Eligio Pichardo, en pintura; a Carmen Omega Peláez y Gaspar Mario Cruz,
en escultura; y a Leopoldo Pérez (Lepe), premio especial en dibujo. Tres años después (1963) se registra la
XI edición, donde fueron galardonados en pintura Paul Giudicelli, Clara Ledesma, Darío Suro y Guillo
Pérez; como escultores fueron premiados Antonio Prats-Ventós, Luis Martínez Richiez y Julio Susana; en
dibujo fueron reconocidos Clara Ledesma y Jaime Colson.
Lepe, Omega Peláez y Susana son artistas emergentes de este quinquenio al cual se relacionan Aquiles
Azar, Iván Tovar, Elsa Núñez, Ramón Oviedo, Cándido Bidó, José Rincón Mora y Soucy de Pellerano.
Casi todos ellos concurren al Primer Concurso Anual auspiciado por «La Aurora»; un naciente mecenazgo
familiar que además rompe con el monopolio de los certámenes oficiales centrados en la capital del país.
Paul Giudicelli, Guillo Pérez, Martínez Richiez, Gilberto Hernández Ortega, Gaspar Mario Cruz y Clara
Ledesma son autores veteranos galardonados, en tanto los nuevos nombres reconocidos fueron Omega
Peláez, Lepe y José Cestero.
El 24 de abril de 1965 se sublevan dos guarniciones militares, que reciben el apoyo masivo de civiles,
los cuales se movilizan en la ciudad capital. Los sublevados anulan el Triunvirato que preside Donald Reid
Cabral, nombrando Presidente Constitucional a José Rafael Molina Ureña, en acto celebrado en el Palacio
Nacional el 25 de abril. La sede gubernativa fue bombardeada por aviones militares como oposición a lo
que acontecía, formándose dos bandos gubernativos: el reaccionario, presidido por el General Wessin y
Wessin, y el constitucionalista, encabezado por el Coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó. La acusación
de la Embajada de los Estados Unidos de infiltración comunista en las filas de los revolucionarios produjo
la intervención militar norteamericana, prevista desde el tiranicidio de Trujillo. La intervención atrincheró
a los revolucionarios en zonas del casco colonial, donde se repelió el bombardeo, la metralla enemiga y los
intentos de controlar a los dominicanos rebeldes. La guerra, el honor nacional y la producción artística
se aúnan en una gesta donde poetas, músicos y pintores aportaron cuotas argumentadas como manifiesto
y obras. En la zona revolucionaria estaban Jaime Colson, Gilberto Hernández Ortega, Silvano Lora, Ada
Balcácer, Leopoldo Pérez, Ramón Oviedo, Justo Susana, Asdrúbal Domínguez, Virgilio García, Cándido
Bidó, Soucy de Pellerano, Elsa Núñez… Además de importantes voces líricas de nuestra poesía.
Los intermediarios encabezados por el Nuncio Apostólico Emmanuele Clarizzio buscaron y obtuvieron
un acuerdo de paz entre los sectores en conflicto; acuerdo que produjo el gobierno provisional de Héctor
García Godoy, la salida del país de Caamaño Deñó y la celebración de elecciones nacionales, que permitió
el triunfo de Joaquín Balaguer, veterano político que había sido transportado desde Norteamérica al país, en
37

