Page 48 - Arte e Historia
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Danilo De los Santos

Zanetti; la mirada a los pintores cibaeños que definen las claves de la escolaridad santiaguense; los temas de
los maestros de la vanguardia moderna y de los jóvenes emergentes… En fin, como expresa el refrán: «Hay
mucha tela por donde cortar» en la extraordinaria colección del Banco Popular, atesorada en medio siglo
de historia de un sostenido mecenazgo.

    En nuestro caso, la mirada argumental como historiador del arte dominicano no consiste en
un secuencial trazado de generaciones en períodos ascendentes y sucesivos, sino en el enfoque que
permite vislumbrar tales generaciones sobre las especificidades de las obras de los diversos creadores
en períodos contextuales diferenciados. Con nuestra mirada selectiva pretendemos demostrar que se
da una relación entre creadores, obras creadas, historia y tesoros del Banco Popular, desde la repre-
sentación precursora de un ícono de 1900, «El Moro», de Arturo Grullón, sincronizando después la
década de 1920, donde el juvenil autorretrato de Yoryi Morel preludia a un pintor moderno con obras
diferenciadas durante producciones entre 1930-1979, fecha de su desaparición física. No nucleamos
las pinturas de este maestro en una sola o única mirada de inscripción generacional en la tercera dé-
cada del siglo XX, sino en relación a obras de otros artistas que al igual que él amplían los tópicos o
reorientan los estilos discursivos, como en los casos de Celeste Woss y Gil, Hernández Ortega, Guillo
Pérez, Ada Balcácer.

    De esta manera, encontraremos interrelaciones generacionales y disidencias pronunciativas entre
los maestros consagrados y los artistas emergentes, y desde las emblemáticas obras de unos y otros. Con
este diálogo visual, intentamos demostrar la pluralidad dialéctica como la unidad, reconociendo el
aroma general del arte dominicano que recrea el paisaje y la población nativa, el bosque y la flora, las
diferenciaciones raciales, la naturaleza muerta y muchos signos de nuestra antillanía o caribeñismo. El
arte de República Dominicana es un árbol de la creación con muchos ramajes, florecimientos, semille-
ros, retoños y amplísima sombra que no bloquea la luz tropical, ni domeña los vientos huracanados, ni
el inefable tiempo de la vida nacional.

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