Page 85 - Historia Dominicana desde los aborigenes
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En Santo Domingo disminuyó el contrabando por las costas, pues era más
rentable vender ganado en Saint Domingue por la frontera que venderle pieles a
comerciantes ingleses. Por lo tanto, el grueso de la riqueza ganadera se comenzó a
vender en la colonia vecina del oeste. Además, buena parte de esa venta se hacía
de contrabando, lo cual era en buena medida permitido por España, que no tenía
poder para cambiar la situación, pues en el plano internacional ya era un imperio
de segundo orden, con respecto a Inglaterra y Francia.
Santo Domingo estaba prácticamente subordinada a la economía de la parte oeste
de la Isla, que se beneficiaba hasta de la plata que llegaba a Santo Domingo, pues
con ella se compraban en el oeste bienes manufacturados.
España consideró que para que Santo Domingo no cayese en manos de Francia
tenía que desarrollar su economía. Para
que esto sucediera debía tolerarse el
contrabando, aunque ello implicaba
que la Corona española tuviera menos
ingresos por impuestos.
Desde el año 1718, durante la
presidencia de Fernando Constanzo, el
Gobierno de Santo Domingo trató de
ponerle medidas al comercio con los
vecinos. En la ciudad de Santiago se
intentó apresar a comerciantes franceses
dueños de tiendas. Ese hecho generó un
conflicto y un estado de tensión entre el
Gobierno y el Cabildo de Santiago.
Como respuesta al intento de controlar
el comercio de Santiago, un grupo de
capitanes de las milicias de esa ciudad,
dueños de hatos ganaderos, se rebeló contra el Gobierno. Al final los capitanes se
entregaron, pero las autoridades españolas tuvieron que detener las medidas que
pretendían aplicar.
En el año 1762, España reconoció la legalidad del comercio fronterizo. A lo más
que llegó fue a reducir la cantidad de reses que debían venderse en la colonia
francesa del oeste, para garantizar un cierto abastecimiento de carne en la ciudad
de Santo Domingo.
La recuperación del siglo XVIII 85 Historia dominicana: desde los aborígenes...

