Page 58 - Los Humanoides - Jack Willianson
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Capitulo VI





                    Claypool miró su reloj y se incorporó de un salto.


            Sin ceremonia alguna echó a correr, saliendo de la torre

            y deteniéndose en la entrada para agitar su sombrero

            frenéticamente, en la esperanza de que Armstrong y


            Dodge pudieran verlo a través de la neblina.


                    Tras él, Ironsmith salió más tranquilo, entregando

            a la pequeña Aurora Hall las monedas y los paquetes


            de goma de mascar que tenía en sus viejos pantalones.


                    —¡Vamos¡ —lo llamó Claypool, nervioso—. ¡Antes

            de que tiren!


                    —No           lo       harán          —repuso               el      matemático


            tranquilamente, siguiéndolo.


                    —¿Cómo lo sabe?


                    Sonriendo, Ironsmith sacó del bolsillo el trozo de

            metal que le entregara la criatura minutos antes.



                    —Aurora  sacó  los  detonantes  de  los  tubos  —

            explicó  tranquilamente—.  Es  una  criatura  muy

            inteligente.


                    Llegaron junto al automóvil donde los dos técnicos


            aguardaban nerviosamente.


                    —Ya  había  pasado  casi  esa  hora  —dijo  Dodge,

            suspirando  aliviado—.  Temíamos  no  volverlo  a  ver,

            doctor.



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