Page 282 - La Constelación Del Perro - Peter Heller
P. 282

le  olvidaba  nada.  Igual  hasta  recordaba  un


              poquito de más, cosas superfluas, pero le daba lo


              mismo.  ¿Acaso  tenía  alguna  otra  cosa  que


              hacer? En ese momento se me ocurrió que quizá


              yo aún seguía vivo porque a Bangley nunca se le


              olvidaba  nada.  Bangley,  esposo  y  padre.


              Granjero. Joder.




                     ¡Ah,  ya  sé!  Hig,  se  te  olvida  que  si  intentas


              aterrizar  en  un  camino  con  surcos  de  rodadas



              que en realidad es casi un sendero en medio de


              un  pedregal  lleno  de  arbustos  que  apenas  te


              dejan ver… se te olvida que te puedes romper la


              crisma.  O  rompérsela  a  la  Bestia,  que  para  el


              caso es lo mismo.




                     Vale,  respira.  Di  una  última  vuelta  antes  de


              iniciar  el  descenso  y  levanté  la  barra  hasta  flap


              parcial  y  bajé  el  morro,  con  el  timón  hasta  el


              fondo  para  deslizarme  mejor,  y  floté  ladeado



              hacia el campo.




                     Los aterrizajes en campo abierto te ponen las


              pilas,  si  no  las  tenías  ya  puestas.  Apagué  el


              contacto, el motor ronroneó y quedó al ralentí, y


              la Bestia se enderezó justo antes de tocar tierra


              con  el  ala  izquierda  baja  para  contrarrestar  el








                                                                                                           282
   277   278   279   280   281   282   283   284   285   286   287