Page 519 - La Constelación Del Perro - Peter Heller
P. 519
posible que una tribu entera fuera inmune.
En septiembre vimos dos más. Nunca
contestaron a mis llamadas.
Ya es octubre y todavía dormimos fuera.
Quizá pasemos todo el invierno durmiendo al
raso. Como hacíamos Jasper y yo. Apilando
mantas. Algunas noches heladas nos
enfundábamos gorros de lana de los que solo
asomaba la nariz. Cara a cara o dándonos la
espalda. Ahora nombramos las constelaciones de
invierno y cuando se terminan las que
conocemos —Orión, Tauro, las Pléyades, el
Carro— nos las inventamos. Las mías casi
siempre son animales, las de ella casi siempre
comida: la Tortita con Sirope, el Cangrejo Blando
al Gratín. A una le puse el nombre de un perro
peleón al que le encantaba comer peces.
Todavía sueño que Jasper está vivo. Mi
corazón no se atreve a remontarse más atrás.
Mi poema favorito, el de Li Shangyin:
¿Cuándo llegaré a casa?
¿Cuándo llegaré a casa? No lo sé.
En las montañas, en la noche lluviosa,
519

