Page 1132 - La Estacion De La Calle Perdido - China Mieville
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registraron el edificio por si alguna pista se les había
pasado por alto.
En la última habitación del pasillo del ático
encontraron a un soldado, sentado con la espalda
contra la pared, comatoso y solo. Un extraño y hermoso
mosquete de cristal descansaba sobre su regazo. Junto
a sus pies, alguien había grabado sobre la madera una
partida de tres en raya.
Las cruces habían ganado, en tres movimientos.
Corremos y nos escondemos como alimañas perseguidas,
pero lo hacemos con alivio y gozo.
Sabemos que hemos ganado.
Isaac lleva a Lin en brazos y algunas veces, cuando el
camino se hace duro, se la tiene que cargar sobre el hombro.
Nos alejamos a toda prisa. Corremos como si fuéramos
espíritus. Cansados y exultantes. La desharrapada geografía
del este de la ciudad no puede contenernos. Trepamos sobre
vallas bajas y entramos en pequeños patios traseros, toscos
jardines con manzanos mutantes y zarzas miserables, abono
de dudosa procedencia, barro y juguetes rotos.
Algunas veces una sombra cruza el rostro de Derkhan y la
escuchamos murmurar algo. Piensa en Andrej; pero esta
noche es difícil sentirse culpable, aunque uno se lo merezca.
Se produce un momento sombrío, pero bajo la manta de
lluvia cálida que está cayendo, sobre las luces de la ciudad
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