Page 1133 - La Estacion De La Calle Perdido - China Mieville
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que florecen con la promiscuidad de la maleza, es difícil no
mirar a los demás a los ojos y sonreír o graznar suavemente
de asombro.
Las polillas han desaparecido.
El coste ha sido terrible, terrible. Hemos tenido que pagar
un Infierno. Pero esta noche, mientras nos detenemos en una
chabola de los tejados en Pincod, más allá del alcance de las
vías elevadas, un poco al norte del ferrocarril y de la miseria
de la estación de Agua Oscura, nos sentimos triunfantes.
Por la mañana, los periódicos están llenos de graves
advertencias. Tanto el Lucha como el Mensajero advierten
sobre la inminencia de medidas severas.
Derkhan duerme cuatro horas, luego se sienta a solas,
ahora que su tristeza y su culpa han tenido por fin tiempo
para florecer. Lin se mueve inquieta, entrando y saliendo de
la consciencia. Isaac dormita un rato y se come lo que hemos
robado. Acuna constantemente a Lin. Habla de Jack
Mediamisa con tono maravillado.
Revisa los componentes gastados y rotos del motor de
crisis, chasquea la lengua con desaprobación y frunce los
labios. Me dice que puede volver a hacerlo funcionar, no es
problema.
Al escucharlo me abruma la nostalgia. La libertad
definitiva. Lo deseo desesperadamente. Volar.
Detrás de mí, él lee los periódicos que hemos robado.
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