Page 879 - La Estacion De La Calle Perdido - China Mieville
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Las patrullas cactas, agolpadas en la base del
Invernadero, discutían con los ancianos
supervivientes.
Shadrach estaba agazapado en un callejón, lejos de la
vista, y sacaba un telescopio en miniatura de un bolsillo
oculto. Lo extendió en toda su longitud y observó a los
soldados congregados.
—No tienen ni idea de lo que hacer —musitó en
silencio. El resto de la banda se apiñaba tras él, pegados
a la pared húmeda. Trataban de pasar lo más
desapercibidos que era posible en las sombras
danzantes arrojadas por las antorchas que
parpadeaban y ardían sobre ellos—. Por eso habrán
decretado el toque de queda. Las polillas los están
capturando. Por supuesto, es posible que siempre sea
así. Da igual —se volvió hacia los otros—. Nos va a ser
de ayuda.
No era difícil escabullirse invisibles por las calles
oscuras del Invernadero. Su paso no encontraba
obstáculos. Seguían a Pengefinchess, que se mecía con
un extraño andar, a medio camino entre el salto de una
rana y el paso de un ladrón en la noche. Sostenía el arco
en una mano, en la otra una flecha de punta ancha,
alabeada, eficaz contra los cactos; aunque no tuvo que
emplearla. Yagharek avanzaba un poco detrás de ella,
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