Page 917 - La Estacion De La Calle Perdido - China Mieville
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drip‐drip‐drip de saliva o sangre que venía de detrás de
sí. Isaac avanzaba cuidadosamente hacia la única
salida de la habitación.
Mientras se acercaba a esta, vio el extremo del tubo
de metal unido a su casco que todavía yacía junto al
muro. Entonó en silencio una plegaria. Su esencia
mental aún estaba derramándose en la habitación. La
polilla asesina debía de saber que había otra criatura
inteligente en ella. Cuanto más se acercaba al túnel,
más próximo se encontraba a la salida del tubo. Ya no
estaría confundiendo al ser sobre su posición.
Y sin embargo, con todo, parecía que estaba de
suerte. La polilla asesina parecía tan concentrada en
devorar su presa y, a juzgar por los sonidos de tejido
desgarrado, en cobrarse venganza sobre el cuerpo
destrozado del pobre Shadrach, que no le estaba
prestando la menor atención a la aterrorizada
presencia que había detrás de ella. Isaac pudo seguir
adelante, pasar junto a ella, alejarse, llegar junto al
borde de la madriguera.
Pero allí, mientras se alzaba sereno, preparado para
dejarse caer silenciosamente en la oscuridad en la que
todavía esperaba el constructo y alejarse a rastras de
aquella guarida de pesadilla para regresar a la cúpula,
sintió una trepidación bajo sus pies.
Miró abajo.
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