Page 303 - Un Mundo Fuera Del Tiempo - Larry Niven
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Larry Niven Un mundo fuera del tiempo
Skatholtz indicó a los demás, con gestos, que
retrocedieran.
—¿No notabas que te volvía la juventud?
—Creía que… me estaba adaptando a la vida
salvaje. Pasé unos ciento treinta años en una
cámara de hibernación, diez años cada vez…
Años de los míos, no de los tuyos. No sabía qué
efecto tenía eso en mí. Escucha, hay una mujer
anciana que ha estado buscando la
inmortalidad de los dikta en todas las ciudades
del mundo. Si ella no lo sabe, ¿cómo puedo
saberlo yo?
—No sabemos nada de esa mujer. Está bien,
Corbell. Cuéntanos tu historia. No te olvides de
ningún detalle.
Toda su somnolencia se había evaporado.
Estaba asustado hasta los huesos. (¡Y qué
huesos tan cansados!) En esas condiciones contó
la historia de su vida. Cada vez que se detenía
para tomar aliento, Skatholtz escupía complejas
frases en varonés. traduciendo lo que él decía.
No resultó tan difícil explicar a los salvajes
aquello del agujero negro en el centro de la
galaxia. Contar las leyendas de Mirelly‐Lyra, en
cambio, resultó agotador. No cesaban de pedir
explicaciones sobre aspectos que ella no había
mencionado, sobre puntos que ni siquiera había
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