Page 306 - Un Mundo Fuera Del Tiempo - Larry Niven
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Larry Niven Un mundo fuera del tiempo
lo comía también Mirelly‐Lyra. A menos que haya
un producto para las mujeres y otro para los
hombres. Que la inmortalidad de los hombres no
afecte en absoluto a las mujeres. No, no lo creo.
Eso significa que hay algo en el parque que encierra
la inmortalidad de los dictadores; está en la savia, en
el jugo, en la sangre, y yo lo comí, ¿Qué comió ella
mientras buscaba en Sarash‐Zillish? Los Varones no
comen casi verduras (y los vegetarianos no comen
carne), pero ella me dio tanto carne como verduras, y
también frutas. ¿Insectos? No, no comí insectos.
Si pudiera traerla hasta Sarash‐Zillish lo
averiguaría. Observándola. Viendo lo que no come.
Esa noche las estrellas estaban muy brillantes.
Había unos pocos astros de tonos rosados que
no titilaban: las pequeñas lunas jupiterianas.
Los Varones se habían distribuido a cierta
distancia de la hoguera apagada. El que
permanecía de guardia miró a su alrededor en
el preciso momento en que Corbell se
incorporaba. Era Krayhayft, el único de pelo
blanco.
Aromas vivificantes llegaron hasta Corbell:
tierra húmeda, plantas frescas, rastros de los
jóvenes superhombres que no se habían lavado
últimamente, un fantasma de la carne asada que
él no había compartido. De pronto sintió
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